Como se esperaba en Argentina, el 2023 sigue la línea en ascenso en materia inflacionaria, pero potenciada, ya que el Indice de Precios al Consumidor pasó del 5,1 por ciento, en el último diciembre, al 6%.
El incremento tiene que ver con la suba de los alimentos, pese a que algunos precios estén bajo el marco de acuerdos regulatorios, tal el caso el de «Precios Justos», y lo mismo en el caso de las tarifas de los servicios públicos. Los productos estacionales, relacionados a las vacaciones, también sumaron para que las aspiraciones del ministro de Economía, Sergio Massa, que pretendía un 3% en el próximo abril, se fueran por la borda, debido a que el número interanual da 98,8%. Una situación que se da en el contexto de una incontenible volatilidad del dólar informal, que es el de referencia para las imparables remarcaciones en todos los productos y servicios del mercado.
El tema preocupa al gobernante Frente de Todos, en particular porque este es un año electoral y el ítem que tiene en vilo a la sociedad, que es precisamente el aumento del costo de vida permanente. Mes a mes el ingreso de los argentinos se licúa y no hay negociación paritaria que aguante el proceso inflacionario. Ni hablar de los que desarrollan actividades informales o subsisten con la ayuda estatal, que de a poco la administración de Alberto Fernández va recortando, al punto que el último pago se le bajó a la mitad a 154 mil beneficiarios del plan Potenciar Trabajo (unos 15.343 pesos= 40 dólares).
Según el Palacio de Hacienda, la gestión Massa empezó estabilizando un piso alto, algo que intenta justificar los guarismos que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Además, desde Economía se adelantó que Ministro decidió tomar más medidas macroeconómicas que se darán a conocer en las próximas horas «para retomar el sendero a la baja”, manifestaron desde el equipo del hombre que se ve cada vez más alejado de ser uno de los presidenciables en las primarias oficialistas.
Otra vez, la medida en los últimos 12 meses se mantuvo en una cifra muy cercana al redondeo del 100%. La inflación núcleo (sin valores regulados ni estacionales) avanzó un 5,4%. Lo que indica una décima más que en diciembre. En Alimentos y bebidas se trepó al 6,8%, casi dos puntos por encima de la variación del último mes del año 2022.
Entre los alimentos, la carne, creció un 3,9% en el Gran Buenos Aires, a pesar de que el mayor salto se dio en la Patagonia, con un 4,7%, con la excepción de la carne picada que dio 7,4%, con alzas que estuvieron por debajo del nivel general.
Otros cortes como la Paleta y el Cuadril aumentaron 3,9%. La Nalga alcanzó el 3,3% y el Asado 3,5%. A su vez, se registraron alzas mucho más importantes en frutas y verduras. Por ejemplo, la naranja subió 48,9% y el tomate redondo se incrementó 64,8%. Lo insólito fue el incremento en algunos productos que están siendo controlados por el Gobierno, tal el caso del arroz (7,9%), la harina (9%), los fideos (8,4%) y las gaseosas (12,6%).
La tendencia en crecimiento de los precios, luego de las desaceleraciones en noviembre (4,9%) y diciembre (5,1%) y el susto de mitad de año, quedaron en el pasado. Enero 2022 comenzó con un alza del 3,9%, algo que genera más incertidumbre, porque el año pasado terminó con una inflación interanual 94,8%.
Las principales subas se dieron en el rubro Recreación y Cultura, que se relaciona al turismo en temporada estival. Alcanzó un 9 por ciento y le siguieron: Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y otros combustible, con 8%. Comunicación (8%); Bebidas Alcohólicas y Tabaco (7,3%); Bienes y Servicios varios (6,8%); Alimentos y Bebidas (6,8%), y Restaurantes y Hoteles (6,2%).
El dato publicado por el INDEC, organismo que conduce Marco Lavagna -hombre del Frente Renovador de Sergio Massa, además de asesor del mismo funcionario- estuvo por encima de lo que preveía el sector privado. Analistas consultados por el Banco Central de la República Argentina con el fin de elaborar el Relevamiento de Expectativas del Mercado, había estimado una inflación mensual de 5,6% para enero pasado. Vale decir que para todo 2023 profetizan un 97,6%. El presupuesto elaborado por Massa, la ubicó -en septiembre pasado- en un 60 por ciento.
Todo esto ocurre en el marco de una interna feroz en el oficialismo -y la oposición- que parece seguir más ocupado en los lugares en las futuras listas y los potenciales cargos que podrían ocupar en un futuro, que se avizora muy complejo, de cara a unos comicios que seguramente traerán sorpresas.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento nacional argentino.
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