La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef) advirtió de que la mayoría de las lesiones musculoesqueléticas se producen durante las vacaciones de verano, como problemas en la espalda al transportar equipaje pesado o los resbalones en la piscina.
Según informó la Sermef, durante las vacaciones de verano se produce el pico anual de lesiones musculoesqueléticas. De hecho, desde un punto de vista epidemiológico, en los hospitales hay cambios en los ingresos y en la atención por traumatismos en esta época estival, sobre todo entre la población joven.
Los médicos especialistas en Medicina Física y Rehabilitación recordaron que las zambullidas en aguas poco profundas o desconocidas son una de las principales causas de lesiones medulares, especialmente durante los meses de verano, cuando más personas disfrutan de actividades acuáticas.
Una zambullida mal calculada puede llevar a un impacto violento de la cabeza contra el fondo, causando fracturas cervicales y daños severos a la médula espinal. Las consecuencias pueden incluir parálisis parcial o total, pérdida de la sensibilidad y control motor, y una necesidad de asistencia de por vida.
Para evitar lesiones medulares por zambullida, se deben tomar varias precauciones: conocer la profundidad para evitar el contacto con el fondo, hacer una entrada cauta entrando en el agua con los pies primero, mantener una supervisión adecuada de los niños y adolescentes, y evitar el alcohol porque reduce la capacidad de juicio y aumenta el riesgo de tomar decisiones peligrosas.
CAMINATAS Y CALZADO
Del mismo modo, caminar largas distancias es habitual al hacer turismo, y aunque parece una actividad segura, el uso de calzado inadecuado puede llevar a lesiones graves. Entre las más frecuentes, la fascitis plantar, metatarsalgia, tendinitis del Aquiles, tendinopatía de los músculos peroneos y tibial posterior.
El uso prolongado de zapatos veraniegos con poca sujeción, como las chancletas, sandalias de tiras o zapatos con una suela plana genera lesiones en los pies. Es muy común que, tras las vacaciones de verano, en septiembre y octubre, aumenten las consultas por este tipo de patologías, que producen un dolor moderado y afectan a la movilidad del pie y la marcha.
A medida que las personas se desplazan para disfrutar de vacaciones y escapadas, el aumento en el transporte de equipaje pesado y voluminoso lleva a un incremento en las incidencias de lesiones musculoesqueléticas, especialmente en la espalda.
Para levantar la maleta, recomendaron los expertos, siempre se deben doblar las rodillas y mantener la espalda recta mientras se levanta el equipaje. Se debe utilizar la fuerza de las piernas en lugar de la espalda para levantar la carga.
DESPLAZAR MALETAS
Es preferible que las maletas con ruedas puedan ser empujadas en lugar de levantadas, y se debe intentar meter menos peso en su interior y distribuirlo de manera uniforme dentro de las maletas para evitar desequilibrios.
Asimismo, la Sermef subrayó que ante el aumento de los desplazamientos por carretera, es muy importante tener prudencia al volante con el objetivo de que se produzcan menos accidentes, y si estos se producen, minimizar las lesiones.
Las lesiones más habituales por accidente de tráfico son las asociadas al síndrome de latigazo cervical, las lesiones en tórax y abdomen (lesiones en órganos y fracturas costales), quemaduras, lesiones en extremidades que van desde esguinces a fracturas o amputaciones, lesiones medulares y traumatismos craneoencefálicos con daño cerebral sobrevenido en los casos más graves.
En los traumatismos craneoencefálicos las secuelas engloban alteraciones no solo físicas, sino también sensoriales, cognitivas y emocionales. Las secuelas varían según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Se pueden producir alteraciones del lenguaje y el habla, problemas de disfagia (dificultad para tragar), alteraciones sensitivas, visuales y motoras.
ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE
Durante el verano, con el incremento de las actividades al aire libre como el running, se eleva también la incidencia de lesiones como los esguinces de pie y problemas en cadera, rodilla, tobillo y pie.
Además, las palas en la playa, por ejemplo, pueden provocar lesiones a nivel del hombro, codo o tobillo, en personas que no estén habituadas a realizar actividades de media intensidad. Por otro lado, la natación también puede provocar lesiones y es imprescindible tener una mínima técnica.
Las actividades veraniegas cerca de piscinas y zonas rocosas son muy populares, pero también presentan riesgos significativos de caídas y lesiones. Las superficies mojadas de las piscinas pueden ser extremadamente resbaladizas, y las rocas pueden provocar peligros adicionales de resbalones.
CAMINAR DESCALZO
Asimismo, desde la Sermef señalaron que al caminar por las rocas, es importante usar calzado adecuado con suela de goma gruesa y antideslizante, observar antes de pisar para asegurarse de que la superficie de la roca es estable y que no está cubierta de musgo o mojada.
Un clásico de los traumatismos en verano es la rotura del quinto dedo del pie, el meñique, como consecuencia de ir descalzos o en chancletas por casa y golpearse con la típica esquina de la mesa o una silla.
Si ocurre, hay que acudir a un servicio sanitario para valoración, aunque en la mayoría de los casos el tratamiento es conservador: llevar calzado amplio, aplicar antiinflamatorios y descansar relativamente.
(SERVIMEDIA)