Argentina es un país que según sus propios datos oficiales tiene 17,3 millones de pobres y 4,2 millones de indigentes. La grave crisis económica y social que la acucia determina que muy probablemente concluya el 2022 con una inflación promedio de 100%.
Sin embargo, la clase política se mantiene al margen de esa terrible situación que atraviesan la mayoría de los argentinos. Así lo demuestra la última gira internacional del presidente Alberto Fernández, que en este contexto se tomó diez días para, entre otras cosas, visitar a su par galo, Emmanuel Macron, que lo invitó al Foro por la Paz. Convite que obviamente corre por cuenta del invitado y no del anfitrión.
Así que el miércoles el Mandatario viajó junto a su esposa, Fabiola Yáñez, y una enorme delegación, como suele ocurrir en cada una de sus numerosas salidas al exterior, aunque se las califique desde el equipo de comunicación de Casa Rosada como «comitivas reducidas».
El periplo está levantando polvareda porque ya se conoció parte del costo que le ocasionó a las flacas arcas de Banco Central. Hablamos de una cifra que llega casi al millón de dólares, sólo en el chárter contratado a Aerolíneas Argentinas.
El contrato de vuelo con la empresa de bandera, establece que sólo en el traslado de Buenos Aires a París e Indonesia, se pagaron 909.000 dólares.
Luego de participar en las actividades en la Ciudad Luz, Fernández partió hacia la ciudad de Bali, donde se desarrolla la Cumbre del G20. Los cuestionamientos giran alrededor de los exagerados importes abonados, que de acuerdo a las agendas programadas resulta excesiva.
El país no cuenta con reservas de dólares en el Banco Central y se limita al máximo la compra de divisas a los argentinos, tanto sea para ahorro -con el fin de proteger sus salarios contra la suba de precios constantes-. La regulación también recae sobre quienes requieren importar productos básicos y necesarios a los distintos sectores productivos argentinos. Vale decir que debido al descalabro económico se está por aprobar el Presupuesto 2023 que tiene recortes en áreas vulnerables y esenciales como son la Salud, la Educación y la asistencia social.
La comitiva oficial está integrada por la primera dama Fabiola Yáñez; el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el embajador de Estados Unidos, Jorge Argüello, y la embajadora ante UNESCO, Marcela Losardo. Con funcionarios que se sumaron en el camino, tal el caso del vice jefe de Gabinete Juan Manuel Olmos y Sergio Massa (Economía); Flavia Royón (Secretaria de Energía y Luciana Tito jefa de Gabinete de la Cancillería. También hay 30 personas entre asistentes, asesores, custodias y unos 20 periodistas.
Las mismas críticas surgieron el pasado 25 de septiembre, cuando el presidente Fernández viajó a Nueva York, en el marco de su participación en la Asamblea Anual de las Naciones Unidas, donde en 18 días de recorrida por el exterior, el Gobierno desembolsó más de 11 millones de pesos en hoteles y alojamientos de alto nivel.
En su excursión por España, Alemania y Francia, el recorrido del titular del Ejecutivo le costó al erario público alrededor de 6 millones de pesos, al tipo de cambio de ese momento.
Vale agregar que además, la compañera del Presidente y reciente madre de su hijo Francisco, Fabiola Yañez, lleva una serie de actividades propias en Roma (Italia), lo que suma más salida de divisa norteamericana de las paupérrimas arcas del la principal autoridad monetaria de la República Argentina, que surfea un proceso de deterioro que hasta el momento no cesa, en parte por este descontrol que, aunque se niegue desde la administración central, también aumenta el déficit fiscal.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento nacional argentino.
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