En mayo pasado, el titular del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Marco Lavagna, intentó cambiar la fecha de publicación del dato de inflación bajo la excusa de que había elecciones provinciales. El repudio generalizado llevó al hombre del ministro de Economía y precandidato presidencial oficialista, Sergio Massa -que de manera incompatible dirige el organismo que mide el Indice de Precios al Consumidor- a desistir del intento de manipular esa información pública.
A semanas de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, el titular del Banco Central de la República Argentina, Miguel Ángel Pesce, pretende evitar otro dato económico negativo en el contexto de la campaña electoral. La principal entidad bancaria del país cambió este miércoles la fecha de publicación del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que conjuga las proyecciones de consultoras y bancos sobre el esquema inflacionario, el valor del dólar y el nivel de actividad.
Todos guarismos que vienen llenando de pesimismo a la sociedad. La inflación interanual en la tercera más alta del mundo con un 115,6 por ciento; el dólar informal está en 546 pesos; y el movimiento de la economía viene decreciendo luego de las medidas que impuso el jefe de Hacienda y candidato, que incrementó la carga impositiva sobre productos e insumos importados. Combinaciones que ya están generando remarcaciones de precios de entre un 13% y un 15%, y según los privados, podría llevar el IPC de julio y agosto al 7% o 9%.
Esta vez, en lugar de dar a conocer el informe el primer o segundo viernes del mes, como ocurrió hasta el corriente mes, desde agosto -período de las PASO que se realizarán el domingo 13- la autoridad monetaria lo dará a conocer horas después de que el INDEC difunda el número inflacionario.
Según se excusó el Banco Central, la medida tiene la intención de disipar la especulación previa al a que se publique el valor oficial de la variable de precios. De esta manera, la próxima cifra se conocerá el 15 de agosto, dos días después de los comicios en los que Unión por la Patria (ex Frente de Todos) dispute la primera partida electoral sobre el final del mandato de Alberto Fernández y Cristina Kirchner que deja una economía en peor situación de la que heredaron de la administración de Mauricio Macri, quien no pudo reelegir debido a la crisis que generó su gobierno, que terminó dependiendo del prestamista de última instancia: El Fondo Monetario Internacional, al que se le siguen debiendo más de 45.000 millones de pesos y con el que no se termina de sellar un nuevo acuerdo de pagos y desembolsos.
Una cantidad que de todos modos generó polémicas, porque la incesante suba del valor de todos los rubros del mercado es percibido por los consumidores muy por arriba de las mediciones que hace el INDEC, bajo control del massismo.