Desde el PRO (Propuesta Republicana) el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue quien picó en punta a la hora de sumarse a los rechazos. Por su parte, el mandamás de esa fuerza, Mauricio Macri (ex jefe de Estado) criticó varias horas después lo ocurrido en el principal socio de la Argentina en el Mercado Común del Sur (MerCoSur). Eso si, lo hizo haciendo una analogía al kirchnerismo, rememorando el episodio de la protesta, y posterior represión en el Parlamento en 2017, en el mismo sentido -cuando se trataba la reforma jubilatoria- que su ex ministra de Seguridad de la Nación (y actual titular de su partido), Patricia Bullrich.
«La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular», escribió Fernández en un hilo de Twitter poco después de las 17 hs, cuando las imágenes de centenares de personas que ingresaban al Congreso en Brasilia se replicaban en las redes sociales. Igual situación se dio en el Palacio Planalto -sede del Ejecutivo, y en el Supremo Tribunal de Justicia.
«Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional», agregó el mandatario argentino desde la localidad de Chapadmalal, donde pasó cuatro días para descansar después de visitar la ciudad de Mar del Plata.
«Demostremos con firmeza y unidad nuestra total adhesión al Gobierno elegido democráticamente por los brasileños que encabeza el presidente @LulaOficial «, reclamó el presidente argentino. «Estamos junto al pueblo brasileño para defender la democracia y no permitir #NuncaMás el regreso de los fantasmas golpistas que la derecha promueve», finalizó.
Mientras se producía la toma, se supo que Fernández dialogó con Celso Amorim, excanciller y ex ministro de Defensa de Lula y principal asesor en temas internacionales del jefe de Estado nacido en Pernambuco. Fue para ponerse a disposición.
La ex presidenta y actual titular de Senado, publicó un hilo de Twitter minutos antes de las 19 hs: «Las imágenes de hoy en Brasilia replican con exactitud las imágenes del 06/01/2021 en el Capitolio de Washington. No es casual…», definió CFK comparando las imágenes de ambos episodios, el de Brasilia y el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
«Los discursos del odio en medios de comunicación y redes sociales, la estigmatización del que no piensa igual, hasta querer inclusive suprimir su vida y la violencia son el signo contemporáneo de las nuevas derechas. No basta con el imprescindible repudio o la necesaria condena…», apuntó Kirchner, añadiendo que «quienes creemos en lo nacional, popular y democrático debemos darnos además un análisis profundo y descarnado frente a este fenómeno que más allá de la existencia de organizadores, financiadores y responsables (que siempre los hay) captura…»
Por último declaró que: «A segmentos de la población (inclusive algunos en contra de sus propios intereses económicos) para jaquear la democracia. Confiamos en la experiencia de @LulaOficial para afrontar este verdadero desafío a la democracia del Brasil.»
La Presidencia Pro Tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, a cargo de Alberto Fernández, fue el organismo regional que se apuró a manifestar su respaldo al Gobierno del mandatario brasileño, ante los intentos golpistas de adeptos al exjefe de Estado, Jair Bolsonaro. Desde su cuenta de Twitter, añadió que «rechaza las acciones violentas contra las instituciones democráticas brasileñas». Queda claro que el tema formará parte esencial de la agenda que se llevará adelante en la próxima cumbre de la CELAC, que se desarrollará en Buenos Aires el 24 de enero, en la que se espera la presencia de Lula.
El canciller argentino, Santiago Cafiero, expresó su solidaridad con el presidente da Silva en «defensa de la democracia» en Brasil, ante los intentos golpistas y las manifestaciones violentas de los seguidores del exmandatario, Bolsonaro. «Frente a las acciones golpistas de la derecha en Brasil, manifestamos nuestra solidaridad con Lula», redactó Cafiero, y aseveró que «alzamos la voz en defensa de la democracia brasileña».
El ministro de Relaciones Exteriores, a su vez, se comunicó con su par, Mauro Vieira, apenas iniciados los incidentes. Desde Brasilia le hicieron saber que ya estaban en control de la situación y agradecían el respaldo de la Casa Rosada.
Su homologó brasileño le describió los acontecimientos, le habló de indicios sobre una organización con un esquema de financiamiento y planificación, como parte de un plan de levantamientos con acciones violentas que estimulaba el bolsonarismo. Asimismo, se refirió a un «dejar hacer» por parte de las autoridades de la Capital Federal de Brasilia. A los hechos los catalogaron como actos de «terrorismo».
Luego de estar en la costa bonaerense haciendo recorridas que algunos suponen forman parte de una posible campaña electoral, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, publicó en sus redes: «Expreso mi más enérgico repudio a los actos de violencia institucional que se están llevando adelante en Brasilia contra los tres poderes. Confío en la experiencia del presidente
@LulaOficial , quien restablecerá el orden democrático», tuiteó luego de la publicación del hilo presidencial.
Otro que se pronunció desde un tuit fue el ministro de Economía, Sergio Tomás Massa, quien repudió «enérgicamente los actos de violencia y el asalto a las instituciones democráticas en Brasil», y expuso su «solidaridad para con el gobierno y el pueblo brasileños».
«Hechos como estos atentan contra la democracia y la voluntad popular», refrendó el hombre del Frente Renovador, sumado desde 2019 al FdT.
A ellos le siguió una larga lista de referentes oficialistas que se expresaron en el mismo sentido. Fueron ministros, legisladores y dirigentes peronistas, entre ellos, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
La Central de Trabajadores Argentinos Autónoma y la Unión Industrial Argentina (UIA) emitieron comunicados de apoyo al gobierno brasileño, al igual que la Confederación General del Trabajo, que en su texto puso: «Nos mantendremos en estado de alerta y realizaremos todas aquellas acciones de respaldo a la voluntad popular para ayudarlos a sostener la plena vigencia del régimen democrático».
Desde Juntos por el Cambio, el jefe de Gobierno porteño, Larreta, fue el primero en referirse con respecto a los episodios de violencia en el país vecino. En redes sociales, manifestó su «profunda preocupación por el asalto a las instituciones de la democracia en Brasil», luego de que seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal.
El radical Mario Negri (diputado nacional de JxC) también dejó sentado públicamente su «absoluto repudio» a los intentos golpistas de los seguidores de Bolsonaro en Brasil y deseó que «prevalezca el orden y la democracia».
Macri lanzó un hilo de tuits a eso de las 21 horas con un asterisco que replicó Bullrich. «El episodio alerta sobre la fragilidad mundial de las instituciones democráticas, que pueden ser atropelladas por una horda como en Brasil o como sucede ahora mismo en Argentina con la Corte Suprema de Justicia a través de mecanismos políticos antidemocráticos igualmente brutales «, posteó el ex presidente a la hora de solidarizarse con Lula da Silva y haciéndose eco del pedido de juicio político de Alberto Fernández a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación argentina.
No dejó pasar la ocasión para resaltar que «el kirchnerismo que hoy se muestra conmocionado por los sucesos en Brasil es el mismo que en 2017 organizó, promovió y protagonizó el asalto violento al Congreso de la Nación Argentina», sentenció Macri.
Bullrich se montó sobre el tuit del Presidente para escribir: «DEMÓCRATAS CON OTROS PAÍSES Y AUTORITARIOS AQUÍ. Aquí, quieren tomar la Corte Suprema de Justicia y destruyen al Congreso con 14 toneladas de piedras. El día que retire el pedido de juicio político a la Corte, puede opinar sobre lo que sucede en Brasil «. Sin embargo, nada dijo sobre lo que ella pensaba de la violencia contra las instituciones democráticas de Brasil.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República argentina.
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