Como han cambiado los tiempos, en pocos años el salto tecnológico ha sido vertiginoso, cada año los nuevos artilugios superan con creces a los del año anterior, esto afecta a nuestra vida mucho más de lo que imaginamos.
Es claro, cada avance impone nuevas reglas y al hacerlo a más velocidad, estas reglas no alcanzamos a comprenderlas hasta que desistimos de ellas sin más.
Esto afecta a nuestra vida, a veces positivamente y otras no, el impacto en nuestra salud es innegable.
Como ejemplo podemos decir que nos exponemos mucho más al ruido, sobre todo en las grandes ciudades, y bastante menos el las zonas rurales. La costumbre podemos rastrearla en nuestra vida privada, cuando ya no controlamos el uso de nuestros aparatos… teléfonos móviles, consolas y equipos de sonido, lo hemos asimilado de tal manera que solo caemos en cuenta cuando olvidamos nuestro móvil en algún lugar, es como si ya formara parte de nuestro cuerpo.
En el caso de nuestros jóvenes el impacto es mucho mayor, ellos ya nacieron dentro de esta revolución tecnológica y desde muy pequeños les hemos acercado a las tablet, móviles y consolas, que podemos esperar, lo más seguro es que esto pueda afectar a su audición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 1100 millones de adolescentes y adultos jóvenes corren el riesgo de sufrir pérdida auditiva, por la exposición a ruidos fuertes en lugares de ocio, como conciertos, eventos deportivos, etc., y por el uso excesivo de los cascos.
Cuando más tiempo pasa, la exposición nociva al ruido por encima de los 85 decibelios, puede dañar nuestra audición. No es raro que el volumen de los auriculares alcance los 100 dB y en cualquier concierto al que vayamos estamos fácilmente expuestos a niveles de sonido que pueden llegar a los 120 dB.
No hay que descuidar la salud auditiva en la juventud
Los hechos son claros: la exposición a ruidos fuertes daña las células ciliadas en el oído, que son las responsables de recibir el sonido. Esto quiere decir que si se dañan demasiadas células ciliadas, el oído pierde su capacidad de transmitir el sonido al cerebro.
Por eso es recomendable una revisión auditiva, es muy bueno saber el estado de nuestra audición y poder tomar conciencia, igual que hacemos con muchas otras recomendaciones de salud.
Estudios demuestran que incluso la pérdida auditiva leve en personas jóvenes (que muchas veces no se dan cuenta de ella), produce cambios cognitivos en el cerebro que aceleran el desarrollo de demencia en edades más avanzadas.
Incorporar hábitos saludables para cuidar la audición de los más jóvenes
Los jóvenes son más susceptibles a los hábitos auditivos de riesgo. Actualmente, muchos adolescentes usan cascos a diario para oír música, ver películas y jugar videojuegos en sus móviles y tablets.
La mayoría de los jóvenes no son conscientes del impacto acumulativo y permanente que el ruido puede tener en nuestra salud auditiva. Es fundamental alertar la población para la importancia de tener hábitos auditivos saludables, sobre todo los niños y adolescentes y detectar los primeros signos de la pérdida auditiva.
Bajar el volumen puede ser un comienzo
¿Quién dijo que más alto es más divertido? La música a todo volumen de hoy es la incapacidad de mañana de oír las conversaciones con amigos en restaurantes o escuchar los profesores en clase. La mayoría de los smartphones tienen un límite de sonido que nos permite ajustar el volumen automáticamente. Te aconsejamos que el volumen no supere el 60% de la potencia máxima.
¿La persona que está a tu lado puede oír la música que escuchas en tus auriculares? Ese es un indicador claro de que ¡tienes la música muy alto!
No subas el volumen para ‘bloquear’ los entornos ruidosos. Elije unos auriculares con cancelación activa de ruido, para filtrar los sonidos del exterior.
Una entrada para un concierto o evento deportivo puede ser dispendiosa, pero proteger su audición no debería serlo. Un par de tapones para los oídos puede prevenir la exposición al ruido excesivo porque bloquean el canal auditivo.
Usa tu smartphone para ayudarte a controlar el nivel de decibelios. Descarga una aplicación para monitorizar el volumen y úsala cuando tengas dudas sobre los niveles de ruido.
Por último, revisa tu audición al menos una vez al año
Hacer una revisión auditiva es fácil, indoloro y un examen fundamental para proteger la salud auditiva de tu familia.
Añade las revisiones auditivas a tus check ups anuales, como las consultas al dentista o oftalmólogo.
Si un familiar tuyo mira la televisión con el volumen muy alto y pide muchas veces que le repitas las frases o se queja de zumbidos en los oídos, es señal de que es posible que tenga la audición dañada, no lo dejes estar y revisa tu audición para vivir mejor.
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