El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha afirmado que la Dirección General de Tráfico (DGT) descarta ampliar “significativamente” el número de radares en las carreteras españolas para controlar la velocidad de los vehículos.
“No hay una voluntad de ampliar significativamente los radares en la carretera. Punto. Los que tenemos, nos encontramos muy cómodos y están funcionando razonablemente bien”, comentó Navarro en una entrevista concedida a Servimedia.
Navarro hizo esta consideración a propósito de la nueva Estrategia de Seguridad Vial 2030, que tiene como objetivo fundamental reducir a la mitad el número de personas fallecidas y el de heridas graves a finales de esta década en comparación con 2019.
Esa Estrategia marca algunos objetivos intermedios. Para 2022, la DGT prevé instalar 16 nuevos radares de tramo y otros 10 fijos, así como más drones para vigilar y controlar la velocidad en las carreteras. “Cada vez más nos encontramos cómodos con los radares de tramo”, indicó.
Tráfico cuenta actualmente con cerca de 1.300 radares, tanto fijos como móviles. Navarro señaló que no en todos los “puntos de control de velocidad” hay cinemómetros, de manera que algunas cabinas están vacías, pero cumplen la función disuasoria de apretar el acelerador.
“Creo que es una buena forma de gestión. Tampoco se trata de poner muchos y de crear una presión agobiante, sino que hay los que hay, nosotros vamos modulando y parece razonable. En el comparativo europeo, parece razonable y, además, parece razonable con los resultados que vamos obteniendo”, apostilló.
No obstante, Navarro destacó que en la última reforma de la Ley de Tráfico no se han aumentado los importes de las infracciones viales. “Las cosas funcionan razonablemente y nos da la impresión de que no están los tiempos como para subir la cuantía económica de las multas de tráfico”, concluyó.
(SERVIMEDIA)
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