Por Marianela Mayer
La marea verde a favor de la legalización del aborto en la Argentina ha sido un movimiento inspirador para las feministas de América Latina, que tuvo un impacto en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos en la región, según señalaron diversas militantes feministas latinoamericanas a Télam.
La posibilidad de que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) sea ley en la Argentina no es menor en la región con la tasa de embarazos no planeados más alta del mundo y donde el 97% de las mujeres en edad reproductiva viven en países con leyes de aborto restrictivas, según datos de la ONU.
«La marea verde en Argentina ha inundado América Latina de esperanza», consideró la periodista feminista y socióloga mexicana, Lucía Lagunes, especializada en perspectiva de género.
«Colocó la esperanza y el entusiasmo para el movimiento feminista en la región, para reagruparnos entorno a la defensa y a la exigencia de que el aborto sea ley y el Estado cumpla con su deber a proteger y salvaguardar la vida e integridad de las mujeres», agregó.
En el caso de México, donde el aborto es legal hasta la semana 12 sólo en la capital y en el estado sureño de Oaxaca, este impacto se reflejó con la movilización de las mujeres en las calles, que nunca había sido «tan inmensa, numerosa y tan clara» en la demanda de ILE, según Lagunes.
Bajo el influjo argentino, podríamos decir que nos estamos acercando a ser un movimiento de masas», Liz Meléndez, Perú.
Algo similar a lo sucedido en Perú, donde la gran movilización de las feministas en la Argentina fue «inspiradora» y tuvo desde sus inicios un «tremendo impacto» para las peruanas, afirmó Liz Meléndez, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, la organización feminista más antigua del país.
«Podríamos decir que nos estamos acercando a ser un movimiento de grandes masas», estimó la activista, que atribuyó al «hacerse en la calle» y a la «construcción colectiva» de la ola verde argentina el fortalecimiento del movimiento en la región.
Una cualidad destacada también por María Galindo, cofundadora del colectivo feminista boliviano Mujeres Creando, quien consideró fundamental que el reclamo por el aborto legal en la Argentina se haya conquistado desde las calles y no sea la concesión de un partido o de un Gobierno.
«La euforia de ese movimiento ésta insuflando de alegría porque una conquista es algo muy importante», manifestó Galindo, para quien la lucha feminista no tiene fronteras.
«La capacidad, el tino, la lucidez y la inteligencia de las argentinas por haber generado símbolos muy concretos», María Galindo, Bolivia.
La militante boliviana subrayó «la capacidad, el tino, la lucidez y la inteligencia» de las argentinas por haber generado símbolos «muy concretos»: el Ni Una Menos, el color verde y el pañuelo.
«Desde que se inició la marea verde en la Argentina y se expandió a toda la región, todo lo relacionado con la defensa del derecho a que las mujeres puedan hacer un aborto legal y seguro tiene el símbolo verde, el de la marea verde», dijo también Meléndez, quien indicó que el pañuelo verde fue adoptado en Perú.
El símbolo fue replicado en los últimos años en numerosos países latinoamericanos, como en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Paraguay, entre otros.
«La universalización de la pañoleta verde tiene un efecto muy poderoso», señaló Laura Castro, coordinadora de la Mesa de la Salud y la Vida de las Mujeres, que lucha por la despenalización del aborto en Colombia.
«Es como un hito del movimiento latinoamericano, en que podemos decir tenemos una bandera», opinó.
«La universalización de la pañoleta verde tiene un efecto muy poderoso», Laura Castro, Colombia.
Para Castro, la marea verde argentina es además un referente comunicacional en la región, tanto por su apropiación de las redes digitales como por su estrategia discursiva y mediática para hacer de la causa una demanda de la sociedad civil en su totalidad.
«Lograron un encuadre en clave de que la ILE no es una demanda feminista, como muchas veces ‘se sataniza’ la causa, y en cambio lo plantearon como una demanda de justicia, de la democracia, un tema de salud pública», precisó.
Una opinión compartida por la militante feminista Carla Gisele Batista, integrante de la Articulación de Mujeres Brasileras, quien destacó el «diálogo con toda la población» para contribuir a la deconstrucción de los estigmas y falsos argumentos que tienen la intención de restringir la vida digna y plena.
Otro sello «muy particular» de esta nueva ola verde latinoamericana son las juventudes, recalcó asimismo Lagunes, que crecieron con «la cultura de la ciudadanía y los derechos humanos», y en México derivó en una reorganización de las nuevas feministas.
También en Perú la juventud fue impulsada a sumarse a esta lucha gracias al «impacto definitivo» de la ola verde argentina -compuesta de personas de todas las edades, pero sobre todo de jóvenes-, que fue asimilada como un símbolo de «libertad», expresó la representante de Flora Tristán.
Nuevo impulso en la región
La tramitación del proyecto de ILE en Argentina tiene en vilo a los movimientos feministas latinoamericanos, que esperan que su aprobación dé un nuevo impulso a su tratamiento en la región.
«Lo que pasa ahora en la Argentina va a ser fundamental para el país. Las feministas peruanas estaremos muy atentas de lo que suceda para justamente ese precedente traerlo a nivel nacional», dijo Meléndez.
También en Brasil, las agrupaciones de mujeres están «muy animadas» con el proceso argentino, que «viene como un aliento para el futuro», declaró Batista, pese a que esperan una embestida de los antiderechos, respaldados por el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
«Creo que la sanción de la ILE en el territorio argentino va a irradiar a todo el continente y se va exigir la despenalización del aborto ya en todos los países de la región«, afirmó, por su parte, Galindo, quien consideró que va a afectar «muchísimo» a la reforma penal planteada por el Gobierno de Luis Arce en Bolivia, donde el aborto está penado con seis años de cárcel, y al proceso constituyente en Chile.
«Es importante que las compañeras argentinas y todas las feministas nos sentemos a formular utopías porque ahora es cuando es más relevante relanzar nuevos sueños para un movimiento que está gestando cambios en nuestras sociedades», concluyó.