Por Antonio Villanueva Martín
A finales del pasado mes de abril, fue invitado a participar en un encuentro en el Polo Digital ,el fundador de la empresa malagueña Virustotal, Bernardo Quintero, responsable de la llegada a Málaga de Google. El Polo Digital está ubicado en uno de los edificios de la antigua Tabacalera de Málaga. A la derecha según se entra.A la izquierda, el Museo del Automóvil y al fondo, el Museo Ruso. El Polo es una entidad dependiente del Ayuntamiento de Málaga donde se desarrollan proyectos relacionados con videojuego, audiovisual, realidad virtual o metaverso, entre otros.
Bernardo Quintero vino a hablar de la implantación del Centro de Excelencia de Ciberseguridad que se instalará en el antiguo Gobierno Militar frente al Muelle Uno y de su propia experiencia vital.
Bernardo Quintero es un personaje sin duda. Un renombrado y singular tecnólogo y ,aparte, un malaguita. Cuando vendió Virustotal a Google decidió permanecer en Málaga y apostar ,junto con otras tecnológicas como Freepik o BeSoccer ,por establecer en la provincia un núcleo duro de empresas de Málaga.
Bernardo nos comentó algunas de las señas de identidad corporativa de la multinacional americana. La más peculiar es que documentan los errores.Para así no volver a repetir los mismos fallos.
Como Virustotal estaba en Málaga y tenían que hacer conferencias con su empresa matriz en California, lo hacían desde tres salas de videoconferencia: la Sala Moraga, la Sala Espeto y la Sala Boquerón. Así como suena. Y para que no le hicieran más preguntas los californianos sobre qué era un espeto o un boquerón, envió un memorándum explicando a los guiris que era cada cosa. Y además, les aclaró que boquerón es el gentilicio de los malagueños. Luego, Antonio Banderas es un boquerón.
Lo que puede ser una frikada , se convirtió además en una declaración de intenciones: Soy un emprendedor malagueño y malaguita.
Necesitamos un tejido emprendedor autóctono potente para no ser fagocitado por las grandes empresas, que pueden absorber el talento local e inflacionar más aún el mercado de la vivienda.
Y ahí es donde me quiero centrar para terminar este artículo.O involucramos a los ciudadanos de los distintos distritos en el proyecto Tech para dejar de ser mileuristas, en una ciudad donde alquilar vale mil euros.O se empieza a trabajar en resolver el problema de la vivienda. Problema gravísimo de crecimiento en la ciudad. Primero por el boom de los alquileres turísticos y luego por el efecto reclamo como ciudad tecnológica( además de museística). Detrás de tan loable intento de hacer crecer la ciudad ,nos encontramos con múltiples problemas.Y la consecuencia inflacionaria de la vivienda es quizás el más preocupante por el efecto de expulsión de la población autóctona. Habrá algunos que piensen que eso no es relevante. Pero quizás no está de más, mirar nuestra propia historia que es una montaña rusa de riquezas y pobreza( del esplendor industrial de mitad del S XIX a la situación de migración hacia otros lares por la falta de oportunidades).O fenómenos como Jesús Gil en plan Rey Midas que luego no dejó más que corrupción o el más reciente del ‘Jeque Tieso’ . Buscar solución externa a nuestros problemas es, en sí mismo, un problema.
Y para ello no queda otra que apostar por la idea de proyectos malaguitas(y no por el localismo, ya que los malagueños nacemos donde nos da la gana) que aportan persistencia combatiendo a posibles depredadores (ya sean mafiosos del Este o de Oriente Medio o de la orilla del Manzanares).Así que, todos mis respetos a Bernardo por su emprendimiento boquerón.