Nunca ha sido mi preferida, pero Madonna es Madonna. No se le puede negar que ha hecho a bailar a gente de varias generaciones. Es una estrella diferente. Brilla, por encima de todos los productos prefabricados que nos meten por los ojos hoy en día. Con 65 años y no se quiere jubilar, como yo, que no voy a esperar al día siguiente para hacerlo. Eso, y que es la mujer que más discos ha vendido en la historia con 300 millones de copias.
Cantante, actriz, compositora, cerró su última gira y convirtió la playa de Copacabana de Río de Janeiro en la mayor discoteca al aire libre, en la que 1 millón y medio de personas pudieron disfrutar de sus éxitos y todo el recorrido a su extensa carrera. La «Reina del Pop» comenzó con vestido en verdes y amarillos, asemejándolo a la bandera brasileña. Esa fue la audiencia que lograron los Rolling Stones en 2006, en el mismo lugar. Los dos conciertos más multitudinarios de la historia, lo comento para dar algo de cultura musical que siempre viene bien, son los de mis idolatrados Jean Miche Jarre en Moscú (1977) y el de Rod Stewart en esta misma playa de Copacabana en 1995 con 3 millones y medio de espectadores.
La gira “The Celebration Tour” para conmemorar los 40 años de trayectoria, comenzó en octubre de 2023 en el The 02 Arena de Londres. Más de 80 espectáculos entre Europa, Norteamérica y Sudamérica; es un homenaje en el que interpreta los grandes éxitos de su carrera. Los únicos conciertos en España fueron los días 1 y 2 de noviembre en la ciudad de Barcelona. Grande, Madonna. Vital, enérgica, reivindicativa, un poco diva, eso sí. Pero Madonna en todo su esplendor.
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