El DT neerlandés Ronald Koeman inició este luens el proceso de reestructuración del plantel del Barcelona comunicando al delantero uruguayo Luis Suárez que no cuenta con él para la próxima temporada, en una decisión que tiene un gran peso al tratarse del tercer goleador de la historia del club catalán y socio de Messi en uno de los «tridentes» más determinantes que lideró el astro argentino.
Tras reunirse esta mañana con el flamante secretario técnico del Barcelona, Ramón Planes, y con el director ejecutivo (CEO), Oscar Grau, el técnico azulgrana habló con Suárez, Ivan Rakitic, Samuel Umtiti y Arturo Vidal para informarles que deberán buscarse un nuevo equipo, según informó la prensa catalana.
Esta mañana Koeman telefoneó al goleador charrúa para decirle que no entra en sus planes de futuro y que el club le buscará una salida teniendo en cuenta que le queda un año más de contrato y otro opcional, adelantó la radio catalana Rac1.
Este ha sido el primer gran movimiento de Koeman en el marco de la purga que el DT se comprometió a realizar para reestructurar el equipo vapuleado por el Bayern Munich por un 8-2 en la fase final de la Liga de Campeones de Europa de Lisboa, una eliminación que convulsionó al club catalán imponiendo el final de una era.
La decisión de despedir a Suárez, de 33 años, es un gran cambio desde el punto de vista simbólico y futbolístico, ya que el uruguayo es nada menos que una leyenda del Barça tras haberse convertido en el tercer goleador de su historia con 198 goles, por detrás de Messi (704) y César Rodríguez (232).
De hecho, el delantero uruguayo es el segundo mejor goleador de los años liderados por Messi, así como su cómplice e íntimo amigo.
La «limpieza» de Koeman obligaría al capitán argentino del Barcelona y máxima estrella a atravesar un proceso similar al que ocurrió con la selección argentina, cuando tras el fiasco del Mundial de Rusia tuvo que aceptar la salida de algunos de sus mejores compañeros como Javier Mascherano, Éver Banega, Lucas Biglia o Gonzalo Higuaín.
Pero en este caso, al igual que con la selección, también le puede traer el beneficio de contar con un nuevo socio goleador, el delantero argentino del Inter de Milán Lautaro Martínez.
La salida de Suárez «puede provocar un terremoto interno, pero el club tenía muy claro que necesitaba que se fuera para poder afrontar con éxito la llegada de Lautaro Martínez», afirmó el diario deportivo Sport.
Desde Italia, Inter y Milan hicieron conocer por ahora extraoficialmente el interés por goleador charrúa, también integrante del seleccionado de su país, aunque el Ajax fue el primero en tantear las intenciones de Suárez para volver a contar con él -vistió la camiseta del club holandés entre 2007 y 2011 (en 2010 estuvo en el Liverpool)-, antes de que se confirmara que Koeman no lo quería.
A pesar de que su nombre figuró desde el principio entre los que tenían colgado del cartel de transferibles, el goleador uruguayo tenía intenciones de seguir en el Barcelona, según afirmó en una entrevista publicada este domingo en el diario El País.
«Me gustaría quedarme en el Barça siempre y cuando se quiera contar conmigo. Tengo ganas de aportar. Siento el apoyo de la gente desde que llegué y eso me motiva mucho. No tendría problema en ser suplente la próxima temporada», dijo.
Las palabras de Suárez no hicieron cambiar de decisión a Koeman, quien pese a todo descartará no sólo al tercer máximo goleador de la historia culé sino a uno de sus futbolistas más determinantes en sociedad con Messi.
Messi, Suárez, y Neymar, conocidos como el tridente «MSN», batieron todos los récords en las tres temporadas en las que formaron delantera juntos, con 84 victorias (un 76% de efectividad), lo que llevó a que conquistaran 10 títulos: 1 Champions League, 1 Supercopa de Europa, 1 Mundial de Clubes, 2 ligas, 3 Copas del Rey y 2 Supercopas de España.
El uruguayo debutó oficialmente con la camiseta azulgrana el 25 de octubre de 2014, una vez iniciada la temporada, ya que estaba sancionado por el mordisco que le dio al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil. Lo hizo en la derrota del Barcelona por 3-1 en el superclásico frente al Real Madrid.
Suárez, no obstante, demostró que tenía los dientes bien afilados y firmó una gran primera temporada, aportando 42 goles de los 122 del tridente, uno de los más recordados el 2-1 en la final de la Champions League ante Juventus (3-1) en Berlín y que llevó a la consecución del segundo triplete de la historia del club.
En su segunda temporada, Suárez llegó a romper la hegemonía de Messi y Cristiano Ronaldo y se consagró goleador de La Liga española, con 59 goles.
Y si bien en las siguientes temporadas mantuvo un gran nivel, en los últimos tiempos perdió intensidad y no presiona igual que en los primeros años en el Barça, mientras desde 2015 el uruguayo no marca goles fuera del Camp Nou en Champions League.
Con dos operaciones de rodilla en el último año, el traspaso de Suárez estará muy por debajo de los 81 millones que el Barça pagó por él al Liverpool en 2014.
El Barcelona necesita vender jugadores para asumir la llegada de Lautaro Martínez y otros jugadores que puedan dar sangre nueva a un equipo que se mostró acabado como proyecto y con falta de hambre e intensidad.
Con ese objetivo, Koeman también confirmó que Rakitic, Umtiti y Vidal tampoco formarán parte del plantel, según el diario deportivo As.
Koeman habló el viernes con Messi para decirle que él era el pilar de su proyecto, pero el argentino le respondió que se vía «más fuera que dentro del equipo», lo que generó muchas dudas y dejó en el aire su futuro pese a que por contrato (y una cláusula de 700 millones de euros) está atando una temporada más.