Finanzas Públicas Municipales, un tema prioritario: Felipe Valdivieso Vega.
Por: Lucio Gopar Ilustración: Cortesía Felipe Valdivieso Vega.
A propósito del inicio de nuevas administraciones municipales en el Estado de Oaxaca, surgen reflexiones importantes sobre la administración municipal, por lo que hay algunos aspectos de fundamental importancia, como lo son el manejo de las Finanzas Públicas, por eso el Maestro Felipe Valdivieso Vega, nos ayuda a tener un panorama de fácil comprensión, sobre este interesante tema.
Los municipios son la entidad de gobierno más cercana al ciudadano por los servicios que está obligado a prestar a la ciudadanía, tales como agua potable, drenaje, limpia, mercados, rastro, panteones, calles, jardines, que en general, representan el desarrollo urbano y la infraestructura del municipio, los servicios cotidianos del ciudadano, la seguridad pública directa, y que en su conjunto estos servicios otorgados de forma efectiva, propician el desarrollo económico del lugar.
Derivado del conjunto de servicios que el gobierno municipal debe proveer a los habitantes, la comunidad se identifica más estrechamente con autoridades locales que con las nacionales; por lo tanto, se promueve una mayor responsabilidad, ya que la población presiona a sus funcionarios locales más que a los burócratas del gobierno central.
El municipio es la entidad de gobierno más limitada. Una de esas limitaciones es que los municipios mexicanos tienen escasas fuentes tributarias propias, donde la principal fuente de recaudación propia es el impuesto predial. La recaudación de cada municipio no alcanza siquiera para cubrir los gastos operativos del mismo.
Las finanzas públicas son los recursos con los que un gobierno cuenta para proyectar sus actividades, desarrollar proyectos, atender servicios y promover la dinámica económica municipal. Las finanzas públicas municipales de un municipio están conformadas por dos variables, los gastos e ingresos. La forma en como maneja la administración estos componentes, se refleja en las condiciones de vida de los habitantes de un municipio.
Como lo establece la constitución federal, las estatales y las diversas leyes que regulan la operación, administración y conformación de los municipios, sus autoridades no están facultadas para legislar, por lo que, en diversas materias, dependen de decisiones externas. A pesar de la limitación que representa para los gobiernos municipales el no contar con la facultad para aprobar sus propias leyes en materia de ingresos, éstos, como cualquier otro orden de gobierno, deben cumplir con las responsabilidades que le son asignadas tanto en los diversos ordenamientos jurídicos de orden federal, estatal y municipal que regulan los diversos ámbitos de su competencia.
Para hacer frente a dichas obligaciones, los gobiernos municipales necesitan operar la infraestructura administrativa y financiera con la que cuentan, a través del manejo, administrativo y control de su hacienda. Los gobiernos municipales pueden captar a través de cuatro fuentes: 1) Ingresos propios, estos son los ingresos obtenidos a través del esfuerzo y la capacidad de recaudación de cada gobierno municipal. 2) Transferencias federales, estos son los ingresos que son transferidos a los municipios a través de las aportaciones y participaciones.
3) Transferencias estatales, estos son los ingresos que las entidades federativas distribuyen a sus municipios a través de fondos o programas. 4) Deuda, estos son los ingresos obtenidos a través de la contratación de financiamiento, ya sea a través de la banca comercial o del mercado bursátil.
La mayoría de municipios mexicanos posee una cantidad limitada de recursos, especialmente económicos, para llevar a cabo sus funciones y cumplir sus responsabilidades, en mayor o menor medida, tanto las legalmente establecidas en el art. 115 constitucional, como las que surjan de la cotidianidad. Las fuentes de sus recursos son de distinta índole. Se encuentran por una parte las que provienen de otras órdenes de gobierno, tales como las participaciones federales que representan transferencias no condicionadas, y las aportaciones federales que al contrario de las anteriores, vienen destinadas a un fin predeterminado. Así mismo, tenemos las fuentes propias de ingresos, integradas por la suma de los impuestos, derechos, productos, aprovechamientos y contribuciones de mejora municipales.
Los municipios cuando deciden qué servicios y bienes públicos van a ofrecer y cómo los van a producir, resuelven en realidad, cómo van a asignar todos esos recursos económicos expuestos anteriormente a los distintos gastos que tienen en su campo de acción. Así, los municipios tienen que decidir cuánto personal deben contratar para su propio funcionamiento, o dicho de otra manera, cuánto factor trabajo tienen que adquirir para el logro de sus objetivos.
A su vez, qué infraestructura, maquinaria, equipo móvil se obligarán a contratar para producir servicios o bienes públicos; en otras palabras, cuánto capital se debe contratar. Por supuesto, no pueden faltar los insumos para el funcionamiento habitual del municipio: cuántos y qué consumibles van a comprar para la labor diaria municipal. Lo más importante quizás, es determinar cuántos recursos se van a invertir en obras públicas y acciones sociales, tales como la construcción de carreteras locales, banquetas, alumbrado público, servicios públicos -como el agua potable-, puentes, etc.
Este tipo de decisiones, son las que continuamente enfrentan los funcionarios municipales. Son decisiones que, como todo, están sujetas a restricciones políticas, sociales y económicas.
Por todo lo anterior el Maestro Felipe Valdivieso Vega nos comenta que se requiere asesoría de especialistas, para la toma de las mejores decisiones, cumpliendo con la normatividad y sobre todo con la ciudadanía.