Al cumplirse 75 años de la multitudinaria marcha del 17 de octubre del año 1945, el Partido Justicialista organizó diversas actividades, tanto desde el gobierno como sus organizaciones gremiales. En primer lugar el presidente Alberto Fernández recorrió al mediodía el lugar donde estuvo detenido Juan Domingo Perón el año en que nació su movimiento, dentro de la isla Martín García, ubicada a poco kilómetros de las costas bonaerenses del Río de la Plata.
En ese lugar el mandatario argentino pidió que “renovemos una vez más el compromiso de estar siempre representando los intereses de los que más necesitan, de los olvidados, de los que se quedaron sin derechos”, y agregó que «es bueno recordar aquella frase de Evita que nos decía que donde hay una necesidad, nace un derecho. Y la Argentina está llena de argentinos que necesitan. A todos esos argentinos vamos a darle los derechos que merecen, es la tarea que nos queda por delante”, afirmó.
Fernández celebró a su vez que “otra vez la lealtad para con el pueblo argentino es objeto de la dirigencia política, y otra vez, General Perón, estamos siguiendo sus banderas”.
En la primera alocución en la jornada conmemorativa, el jefe del Ejecutivo local, expresó que en la Isla también estuvo detenido el ex presidente “Don Hipólito Yrigoyen que fue el primer soñador que tuvo el siglo XX, el primero que quiso terminar con los conservadores, el fraude patriótico, y dio origen también a un movimiento muy importante como fue el radicalismo. Sus mejores alumnos hoy están al lado de nuestro”.
En esa locación Fernández estuvo acompañado por su compañera, Fabiola Yañéz; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; y la titular de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos), Malena Galmarini.
Por su parte, Kicillof aseguró que en la isla Martín García estaba Perón, “mientras había un volcán que se estaba preparando para entrar en ebullición” en referencia en a la multitud que se movilizaba pidiendo la libertad del General rumbo la histórica Plaza de Mayo..
“Me parece importante recordar esa historia acá porque la historia argentina está marcada por las dos corrientes que nacieron el 17 de octubre: el peronismo y el antiperonismo. Las fuerzas históricas que han marcado toda la evolución posterior”, a la vez que dijo “el amor es el principal motor de nuestro movimiento», y reivindicó la figura del también jefe provincial Domingo Mercante.
Desde temprano centros urbanos de todo el país, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fueron testigos de amplias caravanas de automóviles, camiones y colectivos, que con banderas, carteles y fotos de los máximos referentes justicialistas, salieron a celebrar la fecha fundacional del peronismo y a bridar apoyo al gobierno del Frente de Todos, luego de haber atravesado siete movilizaciones opositoras a su gestión en los que va de los más de seis mese que lleva la cuarentena que se inició el 20 de marzo pasado.
La organización del evento había adelantado que la transmisión digital que se hizo de las actividades a través de una plataforma especial, concluirían en el mítico edificio de la Confederación General del Trabajo (CGT) con presencia de funcionarios de la administración central, legisladores, gobernadores, intendentes y por supuesto, dirigentes gremiales, con un único orador, el presidente de la Nación, y así fue desde las 16:50 (hora argentina).
En la central gremial Alberto Fernández manifestó que «es un día muy especial para los que somos peronistas, el 17 de octubre no es un día más para nosotros. Lo llamamos el Día de la Lealtad, ese fue el día en el que el pueblo entendió que había alguien preocupado por ese pueblo. Que hasta entonces había quedado al margen de todo, de derechos, que había quedado en el olvido de muchos otros que creían que centralmente lo importante era la renta de cada uno y no vivir en una comunidad más igualitaria donde todos pudieran crecer. Todo empezó en una situación que yo diría tiene cierta semejanzas con el presente. El país había vivido la tragedia del terremoto de San Juan, y después de ese hecho la historia hizo que Perón y Evita se conocieran, y allí empezaron a escribir una historia única en la vida de nuestro pueblo».
El titular Estado argentino recordó que «un mes antes del 17 de octubre de 1945 en la Argentina, un 19 de septiembre, llenaron las calles muchos argentinos en nombre de la República de la Constitución, reclamaban la renuncia de un coronel que le estaba dando muchos derechos a la gente. Y se envalentonaron. Ver tantas personas en las calles les hizo creer que podían llevarse puesto a ese general, y lo detuvieron, y lo llevaron a la Isla Martín García y ese fue el inicio de toda esta historia. Porque cuando el Pueblo vio a su Coronel, el que les había dado derechos y les había reconocido un lugar en la sociedad, estaba detenido, salió a la calle a reclamar por ese dador de derechos que era el Coronel, Juan Domingo Perón. Ahí la historia cambió para siempre. Entonces todos entendieron que había una Argentina invisible, que muchos creían que no existía, y que de repente, asomó para llamar la atención de la Argentina, y decir aquí estamos millones de argentinos y argentina que queremos un lugar en nuestra Patria. Así nació el peronismo.
Historiando ese pasado, Fernández puntualizó que a partir de allí «el trabajo se dignificó, nacieron los sindicatos, los derechos gremiales, así surgió el aguinaldo, las vacaciones, así por primera vez los que trabajaron tuvieron derechos. A tener vacaciones en lugares dignos. Y eso no lo entendía esa Argentina subyacente, latente, que lo único que pregona es el odio. Alguien dice que el odio no es otra cosa que desearle el mal al otro. Y esa parte de la sociedad argentina sólo le deseó el mal a los que solo reclamaban un lugar dentro de la sociedad. El Peronismo escribió diez años magistrales en la historia argentina. Una y mil veces hicieron lo necesario para que el Peronismo desaparezca de la Tierra. Una y mil veces lo mataron, una y mil veces lo proscribieron. Tuvimos que pasar 18 años con nuestro líder exiliado, vivir en una tierra donde el nombre Evita y Perón no podían pronunciarse, donde una marcha estaba prohibida. Argentinos que tal vez por primera vez llegaban al centro de la ciudad de Buenos Aires, y en un acto de rebeldía ocuparon las fuente, se sentaron allí y calmaron su calor después de tanta caminata, poniendo sus pies en las aguas de las fuentes de la Plaza de Mayo.
En referencia a los medios de comunicación el mandatario sudamericano puntualizó que «los diarios de la época dijeron más o menos las cosas que ahora, hablaron de un -aluvión zoológico-, de una horda de desorbitados, y eso no era más que un pueblo que reclamaba un lugar adentro de la sociedad. Desde entonces pasaron 75 años, el peronismo siempre mantuvo la regla de ser leal a su pueblo. Perón y Evita fueron leales cuando a su pueblo le dieron los derechos que necesitaba para vivir. Néstor (Kirchner) vino años después, y su lealtad a la gente le permitió a muchos volver a recuperarse después de una crisis tan tremenda como la que vivimos en 2001. Después vino Cristina (Fernández de Kirchner) y otorgó derechos a las minorías, como nunca nadie otorgó en la Democracia, y así nació la Asignación Universal por Hijo, el Matrimonio Igualitario, la Identidad de Género, La Muerte Digna, todos derechos que muchas minorías reclamaban pero que nadie reconocía.
En referencia a la actualidad, el jefe de la Casa Rosada reflexionó que «el Peronismo ha querido que ahora me toque a mi ser quien conduzca este presente y yo decía que noto como cierta similitud con el comienzo de todo, porque también a nosotros nos toca hacernos cargos en medio de la tragedia que significa la pandemia. Todos los que estamos acá somos los gobernadores de la pandemia, y así nos recordarán. Nos habrá tocado sobrepasar el momento más difícil que el mundo ha experimentado, que derrumbó las economías de todo el mundo, y que en una Argentina en crisis como era la Argentina de diciembre de 2019, esa pandemia la condenó infinitamente más e hizo un daño infinitamente mayor. El gobernador Ziliotto de La Pampa me decía -Dios debe ser peronista porque menos mal que el peronismo está gobernando la Argentina en este momento-.
Fernández defendió su administración remarcando que «en todos estos meses nuestra mayor preocupación fue que nadie padezca más de lo que la pandemia nos hace padecer. Estuvimos presentes al lado de todos, y como somos peronistas hicimos lo que siempre hacemos los peronistas, pararnos primero al lado de los que más nos necesitaban. Como dice el Papa Francisco, primero los últimos, porque si uno abandona en la pobreza a esos últimos, esa sociedad nunca va a ser una sociedad valiosa, va a ser una sociedad injusta, desigual. Y así vamos pasando este año, con el esfuerzo de todos, recuperando poco a poco la economía y el ánimo social. Nosotros empezamos hoy un tiempo distinto, el tiempo de la reconstrucción argentina, y me toca a mí ponerme al frente de ese barco, y estoy orgulloso de poder hacerlo, porque estoy seguro de cuales son los intereses que represento. Y estoy seguro que no claudicaré en ninguno de los compromisos que he asumido. Y estoy seguro que los primeros a los que vamos a socorrer son los que hoy están en peor situación, y estoy seguro que vamos a hacerlo con el acuerdo de todos y vamos a convocar a los mejores y las mejores argentinas para que entiendan aquellos que nos dijo Perón el 17 de octubre, “únanse”, vamos a hacerlo unidos, compañeras y compañeros.
No faltó en la exposición presidencial el agradecimiento a quienes enfrentan el Covid-19 y destacar logros justicialistas: «Perón hizo gratuita la educación universitaria y eso es posible que siga ocurriendo porque nosotros seguimos creyendo en la educación pública, y si la pandemia no se nos fue de las manos es porque cada gobernador y este presidente nos pusimos al frente para garantizar el sistema de salud que otros destruyeron. Yo a cada argentino que en este tiempo se puso del lado nuestro, a superar la pandemia, a enfrentar este mal momento, le doy las gracias, a cada enfermero, enfermero, médicos, médicas, a cada hombre o mujer de las fuerzas de seguridad, de la fuerzas armadas, a cada militante social, político, que fue a los barrio a alimentar a los que están con hambre, a todos les doy las gracias. A cada empresario que se comprometió, con su aporte, ayudando también al que la está pasando mal, también las gracias.
Convocando a la unificación de la ciudadanía argentina Fernández afirmó que «el Mundo nos exige más que nunca estar unidos, porque la crisis mundial no ha terminado, pese a los muchos que dicen que el virus no existe, que la situación no es tan crítica. Vayan, deténganse un minuto frente a lo que está pasando en Europa y dense cuenta lo lejos que estamos de haber resuelto el problema. Parémonos que lo que pasa hoy en el interior de nuestra Patria, con todo el escuerzo que hicimos, con todo el escuerzo que hacen los gobernadores y los intendentes, y sin embargo el virus avanza pero no nos derrota porque seguimos de pie. Porque estamos convencidos de que finalmente haremos todo lo que haga falta para que la Argentina se reconstruya. Y como decía antes, lo vamos a hacer en unidad convocando a todos. Perón, cuando pensó aquel 17 de octubre, no pensó en una Argentina de clase, pensó en una Argentina integrada, y siempre creyó en la necesidad de que los emprendedores se unan a los que trabajan, que los que invierten se unan a los que trabajan y los que dan empleo se unan a sus empleados, y siempre promovió el desarrollo de la industria argentina sobre esas bases y logró cosas que hoy añoramos, en los años del peronismo tuvimos autos y aviones hechos en Argentina, en los años del peronismo tuvimos satélites hechos en Argentina. Y lo hicimos siempre así, trabajando juntos, convocando a los hombres y mujeres de bien, que definitivamente quieren un país integrado, una sociedad integrada. Quién puede pensar que una comunidad se organiza, si algunos pocos disfrutan de mucho y algunos muchos sólo padecen pobreza. Nadie seriamente puede querer vivir en ese lugar. Yo no quiero, ustedes tampoco.
Sobre la desesperanza que aflige a la mayoría de los ciudadanos de la república rioplatense, el titular del Ejecutivo apuntó que «en el país millones de argentinos reclaman otro lugar, otro futuro, un país que los integre y no los deje de lado. Vamos a hacerlo como me comprometía a hacerlo, vamos a hacerlo con Cristina (Kirchner), Sergio (Massa), Máximo (Kirchner), vamos a hacerlo con Hugo (Moyano-líder de los Camioneros), vamos a hacerlo con todos y con todas. Acá nadie sobra, todos hacemos falta. ¿Y saben por qué vamos a hacerlo?, porque estamos absolutamente seguros que hay otro país que nos merecemos y ese país lo vamos a construir nosotros. A esta Argentina derrumbada la vamos a poner de pie nosotros, a esta Argentina que se enferma la vamos a curar nosotros, y la vamos a curar como siempre hizo el peronismo, sin odios. La víctimas del odio fuimos nosotros, a nosotros en nombre de la libertad nos echaban del gobierno, en nombre de la democracia nos fusilaban y nos hacían desaparecer compañeros.
La parte final del discurso del jefe de Estado argentino fue hizo hincapié en invitar a la sociedad local a intentar quebrar la grieta que divide al país desde hace décadas: «Vamos a terminar con esa Argentina del odio, vamos a construir otro país, vamos a hacerlo entre todos y todas, los que piensan como nosotros y los que tienen diferencias con nosotros. Porque nosotros creemos en la diversidad. Estoy convencido que una sociedad que tiene un discurso único, no es una buena sociedad. Vamos a construir esa sociedad en la diversidad y vamos a darle a todos el derecho que les cabe (..) Esa es la prueba de que si nos unimos de una buena vez por todas, y dejamos de lado los odios y los rencores, es posible hacer otro país. Todo el día me la pasé leyendo las cosas que se publicaban, y veía con atención y decían que este era el acto -antibanderazo-. Sepan todos, nacimos del amor de Perón y Evita, vivimos le amor de Néstor y de Cristina (Kirchner), sentimos sólo amor por nuestro pueblo, acá no hay odios ni rencores, acá lo que hay es ganas de poner de pie a la Argentina de una vez y para siempre.