Los más importantes referentes del peronismo tucumano aprovecharon el Día de la Lealtad para dar inicio a la carrera electoral del 2023. Tanto Juan Manzur como el gobernador interino Osvaldo Jaldo reconfirmaron la decisión de adelantar las elecciones locales, que se realizarán el 14 de mayo. De esta manera estarán diferenciadas del comicio presidencial.
Lo más probable, por lo que se sabe hasta ahora es que se presentará una fórmula invertida a la que ganó en 2019: Jaldo-Manzur. Recordemos que la Constitución de ese distrito le impide al actual ministro coordinador nacional competir ir por la reelección. Desde sectores opositores aseguran que tampoco estaría habilitado para ser candidato a vice. Algo parecido a lo que ocurre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde Diego Santilli ya no puede presentarse como alcalde porteño porque estuvo en dos mandatos como segundo de Horacio Rodríguez Larreta. Veremos si se desata una pelea jurídica al respecto o no.
En este contexto, apenas asumidas las últimas tres nuevas integrantes del Gabinete, tomó fuerza el rumor sobre la salida de Manzur de Casa Rosada en los primeros meses del año próximo. Su llegada luego de la derrota en las PASO del 2020, impulsada por la vicepresidenta Cristina Kirchner, con quien saldó diferencias luego de su paso por el ministerio de Salud en la gestión de la ex mandataria, se fue desvaneciendo en las internas del Frente de Todos. Alberto Fernández receló siempre de esa designación que además alejó a su hombre de más confianza, Santiago Cafiero, que terminó designado como Canciller.
Aquellas llegadas a Gobierno apenas salido el sol, a las 7 de la mañana, con ruedas de prensa que adelantaban lo que se analizaría en las reuniones con sus subordinados y donde el nuevo inquilino de Balcarce 50 respondía sobre diversos temas de las administración se diluyeron rápidamente. Las reuniones de Gabinete, como la que se hará mañana miércoles en el Salón Eva Perón, se realizan en un promedio de 15 días, si no se cruza alguna otra actividad, y desde las 9 con bastante poca convocatoria. La última tuvo sólo a siete ministros y chocó con el cónclave del Gabinete Federal que encabezó el jefe de Estado en la provincia de San Luis. Otro hecho que dejó en claro que una cosa es la imagen pública de los altos funcionarios gubernamentales y otra, la realidad de la pujas que no cesaron nunca en la gestión del FdT. De hecho, hoy se replican entre el Presidente entre la senadora Kirchner y el actual titular de Hacienda, Sergio Massa. También por cuestiones de centralidad en las que Fernández no quiere ceder, al menos hasta que termine su mandato.
Manzur deberá encarar una fuerte campaña en sus pagos si quiere levantar su perfil y ser postulante al sillón de Rivadavia, en su terruño tampoco las tiene fácil desde lo que ocurrió en las primarias. Por ahora su entorno y él no reconocen abiertamente la dimisión del funcionario por cuestiones de gestión, pero la vuelta a su provincia parece ser un hecho consumado y ya comunicado al mandatario, con el que dicho sea de paso, tuvo pocos momentos de buena relación en su paso por la sede del Poder Ejecutivo.
Luego de la partida del otro Juan (Zabaleta), que dejó la cartera de Desarrollo Social con el fin de retomar el control de el partido de Hurlingham donde La Cámpora de Máximo Kirchner le disputa el territorio, la situación del hombre de Tucumán, de Jorge Ferraresi (todavía en Desarrollo Territorial y Hábitat), y de Gabriel Katopodis (Obras Públicas) tomó el rumbo que marca la pelea electoral en el Justicialismo, que demostró las divisiones que tiene con cinco actos diferentes el 17 de Octubre.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento nacional argentino
