25.02.25 – México D.F. – Redacción México
La Ciudad de México es el escenario que acoge, desde el 24 hasta el 27 de febrero, la primera Cumbre Latinoamericana de Defensoras Digitales. Este evento reúne a activistas, sobrevivientes de violencia digital y representantes gubernamentales de diferentes países de América Latina, como México, Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, Bolivia, Honduras, Panamá y El Salvador. El objetivo central es impulsar un modelo regional para sancionar la violencia sexual digital y fortalecer la protección de los usuarios, especialmente de las mujeres, en los entornos digitales.
La cumbre cobra relevancia en un contexto en el que el uso de la inteligencia artificial (IA) para manipular imágenes y videos, como los deepfakes, ha adquirido una preocupación creciente. Este fenómeno afecta principalmente a mujeres jóvenes, quienes se ven víctimas de contenido falso y degradante que pone en riesgo su seguridad en línea. La activista Olimpia Coral Melo, fundadora del Movimiento Ley Olimpia y Defensoras Digitales, destacó la importancia de esta lucha al señalar que las plataformas digitales han diseñado algoritmos que, en lugar de proteger a los usuarios, fomentan la explotación de mujeres y niñas. Aseguró que existen más de dos millones de mercados en internet donde se lucran con la violencia sexual digital.
Además, Coral Melo criticó la influencia de grandes empresarios tecnológicos como Mark Zuckerberg, Elon Musk y Jeff Bezos, quienes según ella, controlan el futuro de las vidas digitales de las personas, sin tener en cuenta el impacto que su modelo tiene, particularmente sobre las mujeres.
El logotipo de la cumbre, que presenta un mapa invertido de América Latina, simboliza un nuevo comienzo para la región en su lucha por tomar control sobre su agenda digital. Como lo expresó Olimpia Coral Melo, “los latinoamericanos existimos y resistimos” y enfatizó la necesidad de construir una agenda digital propia que no esté subordinada a intereses externos.
Desde la aprobación de la primera Ley Olimpia en México en 2013, que establece sanciones para quienes difunden contenido íntimo sin consentimiento, varios países han adoptado legislaciones similares. Actualmente, más de 35 versiones de esta ley existen en diversas entidades de México, así como en naciones como Argentina y Panamá. En países como Honduras, Bolivia y Ecuador, se están desarrollando normas para enfrentar la violencia digital, lo que refuerza la necesidad de crear marcos normativos regionales más robustos y coordinados.
Citlalli Hernández, Secretaria de las Mujeres del Gobierno de México, reconoció el trabajo de Olimpia Coral Melo y destacó la urgencia de exigir una mayor responsabilidad a las plataformas tecnológicas en la lucha contra la violencia digital. Para Hernández, es esencial que las grandes empresas digitales asuman su parte y trabajen en conjunto con los gobiernos y las organizaciones sociales para erradicar las agresiones en línea.
En este mismo sentido, María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, subrayó la importancia de la unidad en la lucha contra la violencia en el entorno digital. Aseguró que las lideresas latinoamericanas no se detendrán ante ningún obstáculo, ya que su lucha es más fuerte que las barreras políticas. Además, destacó una estadística alarmante: el 40% de las mujeres en América Latina no tiene acceso a internet, lo que representa una forma más de exclusión y violencia digital.
Uno de los aspectos más relevantes abordados en esta cumbre es la situación de las mujeres indígenas y aquellas con discapacidad, quienes enfrentan una mayor vulnerabilidad a ser víctimas de violencia digital. Según los datos presentados, las mujeres indígenas y con discapacidad visual tienen hasta tres veces más probabilidades de ser atacadas por discursos de odio y otros tipos de violencia en línea. Esto refleja la intersección de diversas formas de discriminación que afectan a estos grupos en particular.
Las organizadoras de la cumbre esperan que este espacio sirva para generar una discusión profunda sobre cómo mejorar las políticas públicas en América Latina para garantizar un entorno digital seguro y libre de violencia. La creación de marcos normativos más efectivos, que protejan a todas las personas, especialmente a las mujeres, es una necesidad urgente para enfrentar los riesgos digitales del presente y futuro.
En definitiva, la Cumbre Latinoamericana de Defensoras Digitales no solo es un foro de resistencia, sino también un punto de partida para la construcción de un futuro digital más seguro, inclusivo y libre de violencia para todas las personas en la región.
