¿Realmente es mejor que un cigarro convencional?

Como todo en esta vida, nada es tan malo ni nada es tan bueno. Es decir, deberemos valorar en cada caso lo que es mejor para cada persona, pues no hay una respuesta absoluta para todo. También dependerá de la adicción propia que tengamos al tabaco, es decir, nuestra dependencia psicológica al mismo.

Es cierto que el cigarro electrónico está consiguiendo que muchas personas dejen su adicción al tabaco, pero todo es cuestión de voluntad. De nada sirve dejar uno para engancharse a otro porque al final tendremos lo mismo. Todo se reduce a hábitos, por lo que si conseguimos despegarnos de ellos conseguiremos dejar el tabaco.

Para ello un buen aliado son estos cigarros electrónicos (o vapers), ya que nos van a ofrecer más versatilidad, además de ahorro económico y otra serie de beneficios reales en comparación con el cigarro tradicional.

Lo principal es el hecho de ahorrar una gran cantidad de dinero en general, o sea, en el caso del tabaco hay que comprar las cajetillas, pero en el electrónico se compran los líquidos. Asimismo es cierto que estos son mucho más económicos y duran más que un paquete de tabaco.

Si a esto le sumamos que podemos comprar claromizadores en Enspirar de una manera fácil, rápida y sobre todo económica mejor aún. Para el que lo desconozca, esta es la parte del cuerpo del cigarro electrónico, es decir donde se introduce el líquido (y que también lleva la resistencia).

En otras palabras, el claromizador es el encargado de que podamos utilizar nuestros cigarrillos electrónicos. Pues lleva el líquido y la resistencia lo que hará es calentarse para así transformar el líquido para poder fumarlo. Su funcionamiento es muy sencillo, y precisamente esto es lo que hace que sea tan útil. Además, encontramos modelos muy compactos para poder llevarlos a todas partes.

¿En qué se diferencia del tabaco convencional?

Lo principal es el aspecto económico, como hemos adelantado. Esto debe quedar bien claro, ya que es la principal diferencia respecto del convencional. Ahora bien, también nos brinda la posibilidad de tener muchas más variantes a nuestro alcance.

Es decir, tenemos muchísimos sabores diferentes para que disfrutemos de nuestro cigarrillo electrónico. Lo cual también nos va a aportar quitarnos el mal aliento que siempre se asocia a las personas fumadoras. Al poder fumar líquidos de sabor a sandía, piña o melón hará que nuestro aliento esté mucho más fresco.

A esto debemos añadirle el hecho de poder comprar nuestros líquidos con diferentes cantidades de nicotina, cosa que en el tabaco es imposible (más allá de disminuirla un poco). Encontramos productos que tienen la misma cantidad de nicotina que el tabaco, lo cual es ideal para cuando hacemos por primera vez el cambio para notar menos la diferencia.

Hasta líquidos sin ningún tipo de nicotina, así seremos capaces de quitarnos la necesidad psicológica que genera el tabaco convencional. A veces no es posible eliminar por completo el tabaco de nuestra vida, ya que lo tenemos asociado a diferentes hábitos, por eso el cigarrillo electrónico es tan útil en ese momento: poder fumar y quitarnos ‘’ese mono’’ psicológico que tenemos, pero sin la necesidad que genera la propia nicotina.

Es conveniente añadir que los líquidos de los cigarrillos electrónicos no tienen tantos componentes nocivos como el tabaco tradicional. Esto es otra clara ventaja que ofrece. Vamos a saber lo que estamos fumando y teniendo la certeza de tener menos sustancias nocivas en nuestras manos.