Ahorrar en la factura de la luz es una prioridad para muchos hogares. Dos formas efectivas de optimizar el consumo y pagar solo por lo necesario son ajustar la potencia contratada y elegir la tarifa eléctrica adecuada. Ambas opciones pueden ayudarte a reducir gastos sin afectar tu comodidad. A continuación, te explicamos cómo hacerlo.
Cambio de tarifa eléctrica: ¿cuál elegir?
Desde 2021, la tarifa con discriminación horaria es la opción estándar para potencias contratadas de hasta 15 kW. Divide el día en tres franjas con precios diferentes:
- Valle (más barato).
- Llano (precio intermedio).
- Punta (más caro).
El ahorro depende de trasladar el consumo a las horas más económicas. Si puedes concentrar el uso de electrodomésticos en las horas valle y llano, esta tarifa puede ser una buena opción.
Otra alternativa es optar por una tarifa fija mensual, como la tarifa Justa de Holaluz, que garantiza un precio estable cada mes sin preocuparte por fluctuaciones en el mercado eléctrico. Esta opción es ideal si buscas tranquilidad y prefieres pagar siempre lo mismo, independientemente de la estacionalidad o los picos de demanda energética.
Además, existen otras tarifas de luz adaptadas a diferentes hábitos de consumo, desde tarifas variables que siguen el mercado hasta opciones que combinan estabilidad y flexibilidad. Antes de cambiar de tarifa, analiza cuál se ajusta mejor a tu estilo de vida y necesidades energéticas.
Cambio de potencia eléctrica: ¿cuándo es necesario?
La potencia contratada es el límite de electricidad que puedes usar al mismo tiempo en casa. Tener más potencia de la necesaria implica pagar de más, mientras que una potencia baja puede provocar cortes si conectas varios electrodomésticos a la vez.
Para saber si tienes la potencia adecuada, revisa los picos de consumo en tu factura o consulta a tu compañía eléctrica.
- Reducir la potencia: Si detectas que rara vez alcanzas el máximo de tu potencia contratada, bajarla puede representar un ahorro significativo en tu factura mensual.
- Aumentar la potencia: Si experimentas cortes de luz cuando usas varios dispositivos al mismo tiempo, puede ser conveniente subir la potencia para evitar interrupciones.
El cambio de potencia tiene costes asociados. Reducir la potencia suele implicar un pequeño coste administrativo, mientras que aumentarla requiere pagar derechos de extensión y acceso, cuyo importe varía según los kW adicionales que solicites.
Requisitos y trámites para cambiar la potencia
Si decides modificar la potencia contratada, ten en cuenta lo siguiente:
- La potencia máxima permitida está determinada en el boletín eléctrico de tu instalación. Si necesitas más potencia de la permitida, deberás actualizar este documento con un electricista autorizado.
- Desde 2018, es posible ajustar la potencia en incrementos de 0,1 kW, sin necesidad de ceñirse a tramos fijos establecidos.
Antes de realizar cambios, revisa tu consumo real y consulta con un experto para asegurarte de que la nueva potencia se ajusta a tus necesidades.
Ajusta tu contrato para ahorrar
Cambiar de tarifa eléctrica o ajustar la potencia contratada son estrategias efectivas para reducir la factura de la luz. Sin embargo, la clave está en elegir la opción que mejor se adapte a tu consumo y estilo de vida.
Si buscas estabilidad y no quieres preocuparte por cambios en los precios de la luz, una tarifa fija como la Tarifa Justa de Holaluz puede ser la mejor alternativa. Si prefieres flexibilidad, puedes explorar otras tarifas de luz para encontrar la que más te convenga.
Analiza tu consumo, revisa las opciones disponibles y optimiza tu factura eléctrica de manera personalizada. Pequeños cambios pueden traducirse en un gran ahorro a largo plazo.