Las Cataratas del Iguazú, entre la frontera de Argentina y Brasil, continúan con un caudal de agua abundante debido a las crecidas de los ríos, Iguazú y Uruguay, circundantes que desembocan en la cascada.
La Garganta del Diablo, un conjunto de saltos de agua del río Iguazú y uno de los circuitos que conduce hasta el principal salto de las Cataratas, continúa cerrado hasta que se puedan evaluar las condiciones de seguridad necesarias para el ingreso de visitantes.
En estos momentos, el caudal que arrastra una de las siete maravillas naturales del mundo llega a los 5.000 metros cúbicos por segundo, según informaron desde el Ente de Turismo de Iguazú a EFE.
“El parque en su totalidad es seguro, si cierra algún paseo es para cuidar la seguridad de los visitantes. Tanto el circuito superior como inferior continúan abiertos y en el caso de la Garganta del Diablo se siguen evaluando los daños que pudo haber causado la creciente”, dijo a EFE el presidente del ente turístico de Iguazú, Leo Lucas.
Se conocieron imágenes de cómo la fuerza del agua arrastró parte de las pasarelas y pilotes que permitían a los turistas atravesar la cascada.
“El sistema de pasarelas rebatible permite prever cuando ocurren crecientes, soltar las pasarelas y dejar que el agua pase para que cause el menor impacto posible”, explicó el titular de la institución turística.
“El Parque seguirá abierto, al igual que los paseos náuticos, que con el caudal actual se pueden disfrutar perfectamente”, aseguró.
En los últimos cuatro días, el promedio de visitantes se mantuvo en un aproximado de 4.000 personas diarias.
El jueves pasado, un exuberante aumento debido a las fuertes lluvias, aguas arriba en la cuenca del río Iguazú, alcanzó los 16 millones de litros por segundo y los registros de la Prefectura Naval Argentina (PNA), contabilizaron que el río pasó de tener una altura de 12,8 metros a 25,4 metros la semana pasada.
El incremento equivale a doce veces el promedio que la cascada registra anualmente. Estas inundaciones no se observaban desde junio de 2014, cuando el río logró mover más de 46 millones de litros de agua por segundo.
Operaciones de rescate
Este lunes, un hombre de unos 60 años cayó desde una de las pasarelas en el Salto Bosetti durante el paseo superior de las cataratas y la corriente lo terminó arrastrando a la siguiente cascada.
Las primeras versiones apuntan a que la persona se había quitado las zapatillas para poder subirse al pasamanos para tomarse una fotografía, algo que está prohibido durante el recorrido, perdió el equilibrio y resbaló a las aguas.
La Policía de la provincia de Misiones, junto a bomberos voluntarios, fuerzas federales y guardaparques, continúan la búsqueda del cuerpo, ya que el caudal complicó las tareas de rescate, por lo que se decidió rastrear los restos aguas abajo.
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