- Cree que la “escalada bélica” ha sido un “error” que “no ha servido para ayudar al pueblo ucraniano” y urge a un «alto el fuego» y una «negociación»
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, lamentó este sábado que un “alto el fuego y una negociación” es hoy “más difícil que hace un año”, pero “más urgente” si cabe, para poner fin a la “invasión criminal de Putin sobre Ucrania”. En su tesis habitual, reiteró que «cada euro que destinamos a tanques, a cazas, a misiles antiaéreos, es un euro que no se destina a sanidad y a educación públicas, a la lucha contra las violencias machistas, a vivienda social”.
Lo dijo durante su intervención en la Mesa por la Defensa de la Paz para la agenda feminista que se celebró en el marco del Encuentro Internacional Feminista organizado por el Ministerio de Igualdad en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
Ione Belarra aprovechó la conmemoración ayer del primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania para aseverar que “no nos llamamos a error si reconocemos hoy que un alto el fuego y una negociación es más difícil que hace un año”, pero “más urgente” todavía.
Tras animar a buscar fórmulas a partir de las cuales el feminismo pueda “aportar a la reconstrucción en Europa”, aseveró que “es muy fácil hablar de paz en tiempo de paz y enormemente fácil hablar de paz en conflictos que no nos afectan directamente”. A su juicio, “lo difícil es hablar de paz cuando estás dentro de un ecosistema oclusivo terriblemente belicista que te afecta directamente; lo difícil es hablar de paz en tiempos de guerra que te afectan directamente y a los ciudadanos de tu país”.
La ministra de Derechos Sociales transmitió su solidaridad “con todas las víctimas, las civiles y las militares” y puso de manifiesto “una obviedad”: “las guerras siempre las pagan los pueblos, los de abajo, la gente humilde, la gente trabajadora”, puesto que “nunca jamás un poderoso que ha ordenado una guerra desde un lujosísimo despacho ha pagado una guerra con su sangre o con la sangre de alguien que ama. Jamás”. “Trabajar por la paz es siempre lo mejor para nuestros pueblos”, remató.
A su vez, Belarra reflexionó sobre el hecho de que “históricamente las guerras las han pensado y ordenado los hombres y también las han terminado los hombres; normalmente, quien empieza una guerra y se sienta en una mesa de negociación para negociar los términos de la paz son los hombres”.
Esto le sirvió para indicar que “la lógica que está detrás de la guerra es la misma que la lógica que está detrás del machismo y del capitalismo”. Por ello, manifestó su confianza en que “el feminismo puede aportar mucha luz para combatir esta lógica”, ya que es un movimiento que “pone en el centro las necesidades de las personas y de la vida”.
Ione Belarra elevó el tono para aseverar que “cada euro que destinamos a tanques, a cazas, a misiles antiaéreos, es un euro que no se destina a sanidad y a educación públicas, a la lucha contra las violencias machistas, a vivienda social”.
ECONOMÍA DE GUERRA
Por su parte, afeó que los líderes europeos centren sus discursos en llamamientos a incrementar los esfuerzos para “contribuir a la guerra”, a pesar de que “España, y otros países europeos, no necesitamos más tanques, más aviones, ni soldados, sino invertir en más médicos, más profesoras y más ayuda a domicilio”.
Ione Belarra se apoyó en el libro ‘Tres guineas’, de Virginia Woolf (1882-1941), en el cual la autora inglesa pedía “hallar nuevas palabras y nuevos métodos” para evitar la guerra, para construir la última parte de su discurso.
En ese sentido, lamentó que “durante las guerras el consenso mediático es total”, como lo evidencia que “no hay hueco para nada que no sea la escalada bélica en los medios”, lo que ha llevado a que “voces muy renombradas en el mundo que han pedido paz, diálogo y negociación”, como el secretario general de la ONU, António Guterres, y el papa Francisco, “han sido completamente silenciadas”.
También denunció que “representantes políticos, líderes políticos” como ella misma, han sufrido un “brutal acoso mediático” por haberse significado “enormemente por la paz”.
Todo ello, a su juicio”, “tiene que ver con la palabra”, por lo que conminó a “alzar la voz, decir la verdad, decir lo que piensan la mayoría de ciudadanos españoles y europeos, que quieren diálogo, y paz, y alto el fuego”.
En cuanto a los métodos, se mostró convencida de que “esta guerra terminará de dos maneras: o con un alto el fuego y la apertura de una negociación seria avalada por organismos internacionales o con un enfrentamiento militar entre potencias nucleares”.
Ione Belarra manifestó que “por desgracia, tengo que decir que estamos más cerca del segundo escenario que del primero”, como lo atestigua la decisión de Rusia de suspender su participación en el Tratado Nuevo Start para el control de las armas nucleares.
ESCALADA BÉLICA
Ante esta situación, llamó a “repensar nuestros métodos y estrategias”, a “reconocer que contribuir a la escalada bélica ha sido un error que no ha servido para ayudar al pueblo ucraniano” y sí para mostrarse como un “aliado preferente” de EEUU.
También instó a “apostar por la negociación y el alto el fuego” como la “vía fundamental y más importante para acabar con la pérdida de vidas humanas y los desplazamientos de personas”.
Por último, manifestó su anhelo de “construir un mundo en el que la guerra no sea una posibilidad aceptable para relacionarse con otros países, con otras naciones; quiero construir un mundo en paz, en el que las relaciones se construyan en pie de igualdad y de respeto de los derechos humanos”.
A su juicio, ello es posible, y pasa por “nuevos métodos, protagonismo de la sociedad civil, presencia de mujeres en negociaciones de paz, y diálogo, paz y acuerdo, que es lo que quiere la mayoría de la gente”.
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