¿Tú alguna vez te has preguntado si de verdad te gusta eso que estás haciendo, usando o escuchando… o si simplemente lo estás siguiendo porque “está pegado”?
Porque sí, en este mundo donde un story manda más que la voz interna, es muy fácil perderse entre tanto filtro y tendencia.
Hablemos claro: los influencers hoy en día son como los oráculos modernos. Lo que se ponen, lo que comen, cómo hablan, hasta cómo se peinan… de pronto todos lo quieren igual. ¿Te gusta el café con matcha? Tal vez sí, tal vez no, pero como lo suben en TikTok con musiquita bonita, ahora es cool. Y sin darnos cuenta, ahí vamos todos, en masa, repitiendo patrones sin preguntarnos si nos representan o no.
Y ojo, no se trata de odiar a los influencers. Hay muchos que la rompen con contenido útil, creativo o inspirador. Pero el problema es cuando se nos mete ese miedo de quedarnos fuera, ese famoso FOMO (Fear Of Missing Out), y empezamos a copiar todo lo que vemos sin filtro. Como si fuera obligatorio “pertenecer” o si no, no existes.
Lo loco es que, en esa carrera por estar al día con lo viral, a veces nos olvidamos de nuestras propias movidas.
Esa música que te ponía los pelos de punta, esa ropa rara que amabas, ese hobby random que te hacía feliz… todo eso empieza a desaparecer porque ya “no encaja”.
Y entonces, ¿dónde queda la autenticidad? ¿Dónde está lo que realmente te vibra? Porque seguir tendencias sin cuestionarlas es como ponerte una ropa prestada que te queda apretada: puede verse bien, pero no es cómoda… y definitivamente, no es tú.
La idea no es andar en contra de todo por rebeldía. Pero sí parar un segundo y pensar: “¿Esto me gusta a mí o me gusta porque le gusta a los demás?” Esa preguntita, aunque chiquita, puede salvarte de vivir una vida que no es tuya, de tener un Instagram lindo pero una autoestima rota.
Así que, antes de imitar, repite conmigo: No todo lo viral es vital. Y recuerda que no hay nada más tendencia que ser tú mismo cuando nadie más se atreve.
Recuerda que tu futuro son tus sueños y tienes que trabajar-los.
@María José Luque Fernández.
@Imagen Pinterest